
La conversaciones por celular eran frecuentes, pero yo no me atrevia a invitarla a salir, creo que era el miedo a que otra vez sucediera lo que pasó al principio. Pero un día con ayuda de su amiga A. la invité a salir. Quedamos para salir exactamente el lunes 10 de Noviembre del 2008, a las 6:00 pm:
Como la ves anterior, fui a recogerla a su pension en la Av. Alfonso Ugarte, esta vez salio rápido de su cuarto. La vi y , como siempre, estaba realmente hermosa...
- Hola LL - y le di un beso en la mejilla,
- Hola ...
Caminamos por Jr. España, entramos por la espalda del Centro Civico, en eso yo me limitaba solo a escucharla, me pasaba lo mismo que siempre, trataba de hablar, de decir algo interesante, pero me ponia a pensar y pensar en qué y eso hacia que no encontrará nada y me quedara callado. Ella me contaba sobre ella, sobre sus hermanos, sus amigas de su pensión, en cambio yo solo decia "Ahh ya" , "que si?", "que chevere". Me sentia un tonto por no poder decirle nada, ya estaba desmoralizado. Seguimos caminando, pasamos por la Plaza San Martin, luego caminamos por el Jr. de la Union.
Luego, ella me dijo para entrar a internet para que hable con su mamá, al entrar juntos a la cabina y ver su messenger me sorprendí, era impresionante la cantidad de contactos que tenía, todo el mundo queria salir con ella. Todos le decian "cuando salimos", eso me desmoralizó más.
Luego de salir de internet, entramos a la tienda de Saga Falabella, alli estuvimos viendo ropa, ella me decia que le gustaban varias prendas, "no importa con que ropa te vistas siempre estarás radiante"-pensaba. Salimos de Saga y le dije para ir a cenar algo, fuimos al frente de Metro de Alfonso Ugarte, ella queria un caldo de gallina, pedi dos platos. Al comer no hablamos mucho, ella hizo un comentario que me desmoralizó un poquito más:
- los chicos de tu universidad son muy acomplejados, algunos son bien callados y si no son callados se alucinan ser otra persona.
- ¿Tu consideras que soy callado?
- Sí
- ¿Y eso es bueno o es malo?
- Mmmmm... creo que es bueno.
Luego terminamos de comer, o mejor dicho, ella terminó y yo deje casi todo mi caldo, nosé porque no tenia mucha hambre.
Salimos del restaurant y la acompañe a su pensión, la deje en la puerta y nos despedimos.
Estaba cada día más enamorado de ella, por eso ese día me sentí muy mal... me sentía un tonto por no poder hablarle, por ser tan callado, me lamenté de ser así. Lo más probable es que ella nunca quisiera volver a salir conmigo.



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