Sin esperanza de que conteste, cogì el telefono y le llamé por enésima vez en el día, timbró tres veces y luego:
LL: Alo?
John: Alo? LL, como estas?
LL: Alli...
John: Donde estas?
LL: Aqui en mi cuarto, me estoy alistando para salir
John: A donde?
LL: Con mis hermanos
John: Ah ya... Porque no me contestaste el celular, te estuve llamando todo el dia
LL: Porque no tenia ganas.
John: mmm
LL: Hay dias en que no quiero saber nada de ti, y hoy fue uno de esos dias.
John: ...(se hizo un silencio) ... LL te quiero.
LL: mmm
John: te he extrañado todo el dia.
LL: ....
John: Haz salido con alguien no? con ese tal J.
LL: Ay John por favor!!!
John: Te quiero , porque eres asi.
LL: Ya John, me tengo que alistar hablamos luego si?
John: Te llamo
LL: No, yo te voy a llamar si es que tengo ganas ok.
John: LL, por favor llamame te extraño.
LL: Voy a ver si?, derrepente no quiera hablar contigo.
John: Prometeme, que me llamaras
LL: No friegues, ya John, me tengo que alistar, chau.
John: OK
LL: Ya me tengo que alistar, chauuuuuuuu!!!!
John: Cortame tú, porque yo no lo haré.
LL: Ah OK!!!
Y se cortó la llamada. En ese momento lloré y lloré una vez más, tan amargamente. Luego me puse a escribir esta conversación, rogandole a Dios que ella algún día me vuelva a tratar como lo hacia antes. En estos momentos, me siento pèsimo, su indiferencia es como un puñal que me atraviesa el corazón y me va matando lentamente.
viernes, 9 de abril de 2010
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